Fueron muchos litros de agua en muy poco tiempo. Casi 40 litros por metro cuadrado en apenas 25 minutos, suficientes para que la tierra se volvolviera incapáz de absorber tanta agua, y para que las calles se convirtieran en barrancos.
Algunas viviendas de la capital graciosera sufrieron inundaciones, y las calles casi todas, han resultado irreconocibles.
Inmediatamente se puso en marcha el dispositivo municipal de acudir en socorro de las viviendas que solicitaron ayuda para achicar agua.
La concejal en la isla ha solicitado refuerzos a Teguise para unirse a la plantilla de trabajadores municipales en la isla, y asimismo los seis trabajadores contratados por el cabildo para la limpieza de los espacios urbanos se emplean a fondo en retirar barro y talabardones que fueron acumulados por el agua en las calles e intentan con la ayuda de la maquinaria municipal dejar de nuevo transitables las vías.
No son pocos los particulares que hacen lo própio en los alrededores de sus viviendas y también el personal de Adena en la isla se ha unido a las labores.